Afirmación contundente de Nubia, la empleada de la casa de mi tía que más parece mi abuelita –por los recuerdos y los amores-, pronunciada mientras se reía (una risa hermosa, contagiosa, amplia, profunda e intermitente) de mí que porque no sabía que en Bolivariana iba a haber un concierto de un señor que, ante la ausencia de brazos, toca guitarra con sus pies y es casado y es “prueba viva de la mano del señor”.
Y, cuando ya iba de salida, me preguntó muy seria que si llevaba mi cerulal.
miércoles, abril 16, 2008
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