martes, diciembre 04, 2007

La Navidad

Y le puse a Lina en su entrada al blog (Colombia: País de existencias. Lo encuentran en la columna derecha), lo más prepotente yo, que “lástima que la gente no escriba lo que a uno le gustaría leer... lástima que la gente no mira lo que uno quisiera que viera”, pero ahora que lo pienso la situación no genera ni cinco de lástima, porque los demás no tienen porqué ir construyéndonos el mundo a punta de ideas que son sólo nuestras.

Esa es MI tarea (pues, construirme mi mundo con mis ideas), así que voy a dedicarme un ratico a contarles que adoro la Navidad, en parte porque estoy reconciliada con mi yo-niña, porque la dejo que viva adentro, que sueñe y que juegue como lo hacía a los cinco, y en parte porque me dejo contagiar por la alegría de todos – alegría a la colombiana que tanta falta hace cuando uno vive afuera-, aunque esta se exprese con sancocho callejero, con chicharrón recién freído, con pólvora estruendosa, con bailes que terminan en pelea.

Adoro la Navidad porque huele distinto, un olor que recorre a toda velocidad el camino que une la nariz con el alma.

Adoro la Navidad porque es una época cargada de licencias, la licencia para ser Kitsch, la licencia para sonreír sin pretextos, para comer de todo, para querer y querer y querer, para llorar de la nostalgia, para volvernos niños, para oír música parrandera, para dar regalos, para recibirlos, para prender velitas y reunirnos en familia.

Yo, personalmente, necesito la Navidad así quede endeudada, la necesito para ser feliz. Y me da lástima, esta sí es de verdad, que para otros sea un mes más, un mes bulloso, grasiento, irrespetuoso y egoísta.

Y, pa' qué... ME ENCANTAN LAS LUCES POR TODAS PARTES!

4 comentarios:

Jules dijo...

a mi por primera vez en tiempo me está invadiendo el espíritu navideño: ahora precisamente estoy haciendo galletitas con mi mamá para decorar :)

maravilloso.

Anónimo dijo...

Y me hiciste llorar otra vez/
duele mucho la navidad colombiana/ cuando no se tiene/pero es un dolorcito rico/ se extraña todo: el chicharrón, el aguinaldo, el vecino mafioso y sus "parrandas" eternas/las ganas de ser felices/ el brillito en los ojos/la esperanza de que el próximo año SI!
que dolor de estómago me produce leerte...
Paola.

veroniej@gmail.com dijo...

... y nos quedan siempre "las ganas de ser felices, el brillito en los ojos y la esperanza de que el próximo año sí" sintamos también el olor a chicharrón y a aguardiente.
Yo llevo ya muchos ahoras acá, y ha habido uno que otro en el que, en medio de todo, he dejado perder esa Navidad que extrañas.
Feliz Navidad, desde ahora, a la colombiana.

Lina Pérez Coach dijo...

y dejo constancia... una vez más, que no es que la navidad no se pueda vivir con grasa, con pólvora, con lágrimas, con felicidad desboradada, con espíritu familiar... a la colombiana, a la alemana, a la norteamericana... sino que qué vaina que de todos los días de la vida donde se puede ser tan feliz como en NAVIDAD... sólo le dediquemos un mes y los demás nos quejemos de la vida que nosotros mismos nos provocamos... proximamente... otro texto de navidad en el blog de Lina Pérez. Un abrazo de oso eternamente navideño... jajaja