Que tengo para vos, finalmente, un silencio económico, vacío de palabras, de amores por decir, de adioses dichos.
Un silencio llano, seco, dulce, de esos que se convierten en conversaciones de taxi; que se traducen en odas al clima, en diatribas contra el virus que está dando. Un silencio tranquilo, sin saldos en rojo.
Y hoy celebro, especialmente, que tengo para mí un diccionario entero, una bitácora de cosas por decir que haré de otro cuando sea el momento.
viernes, octubre 05, 2007
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1 comentario:
Sería genial encontrar uno de esos silencios económicos.
Feliz fin del mundo.
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