martes, septiembre 06, 2005

El lado práctico de la academia

Si yo me narrara no sabría por dónde contarme ni a qué género acogerme, sería un dogma sin dogmas, un cine negro con sombras, una tragedia que haría reír, un final feliz sin héroe.
Si yo me narrara no tendría tiempo ni espacio y mis vectores indicarían en sentido contrario, mi narrador sería omnisciente y estaría ausente. Mi autor sería anónimo.
Si yo me narrara empezaría por un final que no concluiría nunca y terminaría con un principio que no llegó jamás.

1 comentario:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.